La ciudad es un ser orgánico que se reconstruye, se reutiliza y se reinventa. Hace unos meses vimos como las vías de la estación desaparecían, y como eran arrancados sus elementos, desdibujando los pasos de los trenes que durante 50 años pasaron por esos andenes. Se hicieron montones, montones de traviesas, montones de railes... y como basura rentable se reciclaron. Lástima que este paisaje que muere para renacer no tenga la decencia de conservar su estación.
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