En las fiestas de Logroño me gusta cuando se abre la verja de la puerta principal de la Redonda, me gusta ver a los maceros, timbales y clarines con su vestimenta roja y su enorme escudo de la ciudad, a los municipales con su traje de gala y penacho fucsia, a los grupos de danzas y su jota de logroño, a los músicos de la banda municipal con su evocación, a los vendimiadores con su cesto de uva, a los niños representantes de los colegios aliviados de terminar la larga misa y mientras veo a todos, me gusta oler las chuletillas al sarmiento que se están asando en esa misma plaza. Es divertido ver a los peregrinos alucinados y a las multitudes que saben, o no saben lo que está pasando y que ven salir y formar la comitiva que irá, en este caso, al Espolón al pisado de uva y ofrenda a la virgen de Valvanera. -Me gustan las tradiciones, me gustan las gentes tranquilas y pasándolo bien, para eso son las fiestas.
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