Cuando he visto este tractor de los años 60-70 no he podido resistir fotografiarlo. Me gusta su pintura desgastada con el paso de tiempo, sus hierros y su vejez... Es una obra de museo y testigo de otros tiempos en los que los teléfonos de Logroño sólo eran de cuatro números. Hoy todo es diferente, los logroñeses hemos construido parques en las huertas del Ebro y en los campos de cultivo urbanizaciones y calles. -Esta máquina agrícola pertenece a la memoria de la ciudad y perfectamene serviría para exhibirla, es puro arte contemporáneo.
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