Hoy ya no hay porrones, ni botellas de Savín para rellenar con los graneles de las bodeguillas. Muchos de estos comercios tenían una actividad mixta, además de tienda de vinos, gaseosas, sifones... eran bares, distribuidoras, embotellaban... La de la foto es Lerchundi de la calle Mayor, quizás el último almacén de vinos que quedaba en el casco antiguo de Logroño, pero hoy, en su puerta metálica figura el cartel "se vende local". Dentro de poco, no quedará ninguna en la ciudad y sólo tendremos su recuerdo.
3 comentarios:
es cojonudo que pongas estas fotos, un saludo y sigue
Los dueños se han jubilado, o algo así.
PD: Sin duda, tu blog es espectacular.
Si, el dueño se debió jubilar por octubre o noviembre.
Gracias por tu comentario, anima mucho.
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