Este fin de semana hemos podido ver en sus jornadas de puertas abiertas un avance de lo que será el Centro de la Cultura del Rioja. Su fachada botellero son las señas de identidad de este edificio y el necesario contraste de modernidad. Me ha sorprendido agradablemente su color, que es una alternativa a tantos ocres y grises que hay en el casco antiguo. En su puerta renacentista, se aprecian un trabajo de restauración excelente y se ha conservado, incluso la loseta de la numeración antigua. En su interior, el único espacio visitable, ha sido su patio manzana, un espacio de usos múltiples bastante agradable. -El lugar promete, otra cosa será como se le dote de contenidos y vida.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con tu opinión sobre el el edificio, ya veremos si finalmente tiene vida.
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