En la plaza de San Agustín hace varias legislaturas se emprendieron dos proyectos de restauración, uno de ellos fue el Museo y el otro el edificio de Correo. Los dos han gozado de una mala pata increíble y en concreto en Correos, la constructora fue demandada y el edificio está muy seriamente dañado.
A la vista de estos antecedentes se puede decir que San Agustín es un gafe para el gremio de los arquitectos y ¡algo de razón debe haber! Por ejemplo, ¿cómo se justifica el avance de las obras del museo y que en estos días hasta incluso, se haya quitado la lona que cubría la fachada? - Miren y observen, la hornacina esta vacía, el santo gafe está oculto. ¿no será esta la razón de tan inesperado avance ahora, después de llevar cerrado el museo desde el 2004?
Ustedes esperen a que el santo se coloque en su lugar ¿creen que se podrá emprender el anunciado proyecto del "hotel Correos"? La insensatez es muy grande ya que las consecuencias pueden ser imprevisibles para los bares de su entorno, museo e incluso para la propia Laurel...
Fuera de coña: ¿No sería mucho más sencillo terminar de restaurar o de reconstruir tal y como estaba este edificio y darle un uso público? ¿Para qué reformar la estética de uno de los pocos edificios peculiares que existen, si hay solares vacíos por todo el casco viejo, o incluso, en la zona de la estación de ferrocarril? ¿Si se busca pasado para un hotel de lujo, no estaría demás recordar, que el Gran Hotel, hoy oficinas de una constructora, quizás sea más recomendable? - Si así lo deciden que se atengan a la bendición de San Agustín.
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