En una tarde triste a veces las circunstancias se presentan de improviso. Un largo paseo lluvioso, una foto a un charco con farola y al final, te ves haciendo un vídeo mientras suena Mozart en los auriculares. Cuando llegas a casa lo ves, y te acuerdas por una extraña asociación de ideas, de las personas que viven a tu alrededor, que te hacen la vida fácil, que te quieren. Es entonces, cuando te preguntas: ¿se lo dedico?
Este post atípico, va por ellas, por las personas que con sus sentimientos te llenan y se mojan contigo los días lluviosos. Con ellas nunca hace falta llevar paraguas para resguardarse de los malos tiempos. -Gracias.
Este post atípico, va por ellas, por las personas que con sus sentimientos te llenan y se mojan contigo los días lluviosos. Con ellas nunca hace falta llevar paraguas para resguardarse de los malos tiempos. -Gracias.
4 comentarios:
Qué bonito!! Pues gracias por la parte que me toca.
Arriba los planes jòvenes, pero siempre desde nuestra edad y con nuestras circunstancias.
Gracias por todo.
Qué ternura de post¡¡¡¡ Te sigo.
Un beso, Mavi
Gracias por los comentarios a mi entrada atípica
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