Este serio y triste edificio, no es antiguo, no tiene vidrieras, ni pinturas como tenía la Estación de trenes. Tampoco tiene los azulejos de Correos, ni el señorío del palacio de Monesterio, y por desgracia, tampoco goza del beneplácito de ser "patrimonio sentimental". Díganme: ¿por qué debemos conservar el Banco de España?¿Nos puede aportar algo sus cajas fuertes, los silencios de un fortín? No entiendo que este inmueble tenga tantos pretendientes para futuros usos públicos, cuando... la realidad, es que sería un emplazamiento genial para un Corte Inglés que a su vez proyectaría una imagen de modernidad y prosperidad de toda la ciudad.
Piénsenlo bien, ¿qué tiene éste lugar de singular? ¿A alguien le parece bonito?, ya saben vds. que un edificio sea bonito o feo es disculpa para su derribo, me remito a otros antecedentes.
Da para reflexionar: ¿Estará cambiando la tendencia o es que somos un poco más austeros y cabales?
Me alegro que al menos algo se conserve y eso que la esquina es tentadora y el edificio no me gusta.
1 comentario:
Bravo, Santi. Acertadísima y elocuente reflexión, que -una vez más- rebotará en los muros que tienen construidos a su alrededor los guardianes de la piqueta, o, mejor dicho, en sus jaulas o búnqueres de acero y cristal como la descrita en tu particular simulación. Esto y mucho más, por no hablar del futuro uso del desahuciado edificio de Correos...
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